Imagina dos majestuosas torres girando sobre sí mismas, elevándose más de cien metros en el cielo de Nueva York. Este es el asombroso escenario diseñado por One High Line. Anteriormente conocido como «XI», este majestuoso rascacielos residencial alberga nada menos que 236 residencias de lujo situadas en la torre oeste (36 plantas) y la torre este (26 plantas); además de un hotel de lujo (Six Senses) con servicios de spa.
¿Qué hay detrás del proyecto?
Desarrollado en 2015 gracias a la visión inconformista del arquitecto danés Bjarke Ingels, elproyecto se creó para que todos los residentes tuvieran vistas al río Hudson (por un lado) y a la bulliciosa ciudad de Manhattan (por el otro). Además, permite el acceso a la High Line, el famoso parque elevado construido sobre un tramo en desuso del antiguo ferrocarril de Nueva York. Con su inusual combinación de travertino, bronce y cristal, inspirada en los almacenes del Meatpacking District, el One High Line es un alto ejemplo de diseño industrial aplicado al sector residencial.
El toque italiano en el ascensor, con Iris Touch.
En un contexto tan prestigioso, los sistemas de ascensores son imprescindibles para elevar la calidad de vida de los residentes y los turistas. Y aquí es donde entra en acción la empresa internacional TK Elevator, en colaboración con Vega, especialista en componentes de alto diseño para ascensores. En esta ocasión, Vega lanzó su primera pantalla Iris Touch de 22». Se trata de una pantalla táctil full HD con síntesis de voz integrada, conexión para servicios de Internet y una interfaz 100 % personalizable. Para aplicaciones de última generación en la cabina.